Así festeja el Teatro San Martín sus primeros 50 años de vida


El prestigioso teatro, dependiente del Gobierno de la Ciudad, celebra por estos días su 50º aniversario con un collage de algunas de sus obras paradigmáticas. Un seleccionado de actores de las cinco décadas protagonizan las escenas de una puesta que además incluye números de danza y música en vivo. Esta noche y el martes próximo, las dos únicas funciones.

      Sobre algunos asuntos el consenso es casi unánime. Quien más, quien menos, todos sentimos que el Teatro General San Martín es un tesoro de la cultura porteña. Sus obras, con un piso garantizado de calidad y a precios módicos, atraen desde afiches siempre sobrios a los transeúntes de la calle Corrientes. Es difícil encontrar alguien que no conserve de su sala principal o de las del centro cultural homónimo (al que se accede por Sarmiento) algún buen recuerdo.
      Creado en 1960, durante la presidencia de Arturo Frondizi, el San Martín ha logrado mantener desde entonces una línea de excelencia a través de diversas gestiones municipales y surcando, simultáneamente, diversos climas sociales y políticos a nivel nacional. Para celebrar este 50º aniversario ofrecerá hoy y el próximo martes, desde las 20, una obra especial compuesta por fragmentos de puestas que resultaron especialmente significativas para la historia del teatro. Bajo el sencillo título de Feliz cumpleaños podrán verse pasajes de Stéfano, de Armando Discépolo, En familia, de Florencio Sánchez, Tres hermanas, de Antón Chejov, Un enemigo del pueblo de Henrik Ibsen, Galileo Galilei, de Bertolt Brecht, El pan de la locura, de Carlos Gorostiza, El reñidero, de Sergio De Cecco, Dar la vuelta, de Griselda Gambaro, Panorama desde el puente, de Arthur Miller y un monólogo de William Shakespeare.

50 años en 2 horas

      Melografías tuvo acceso a la función de prensa e invitados especiales realizada anoche en la sala Martín Coronado del San Martín. Así como resultó placentero sumergirse en los nudos de cada una de las obras a través de diálogos densos, llenos de significados profundos, llamaron la atención algunos recursos estéticos. En principio, tríos de obras compartieron una misma escena: los actores de tres obras aparecían quietos al principio de la escena, pero sólo los de una de ellas cobraban movimiento, mientras los demás permanecían como espectadores pasivos. Cumplidos sus roles, los actores de esa primera obra se retiraban y empezaban a actuar los de una segunda obra, quedando los de la tercera como espectadores. La mecánica se repitió hasta que no quedaron actores en escena. Así, se fueron presentando y desarmando breves “mamushkas teatrales” en las que, de alguna manera, la primera obra contenía a otras dos.
      Por otro lado, muchos de los actores convocados no interpretaban su discurso de memoria, sino que lo leían, hojas en mano, mientras lo actuaban. Si bien esa circunstancia quitó frescura a los diálogos, pronto pasó a ser una convención más, además de una graciosa alegoría de la ficción teatral. En realidad, esa modalidad fue forzada por las dificultades de muchos de los artistas convocados para ensayar sus roles. Cabe aclarar que de la función de ayer participaron, entre otros, Alejandro Awada, Aldo Barbero, Luis Brandoni, Villanueva Cosse, Víctor Laplace, Ingrid Pelicori y Malena Solda. Pero para las funciones de hoy y el martes 29 están anunciados también Patricio Contreras, Daniel Fanego, Joaquín Furriel, Claudia Lapacó, Pepe Novoa, Juan Palomino, Mario Pasik, Juan Carlos Puppo y Muriel Santa Ana, entre otros de menos renombre. La dirección de Feliz cumpleaños está a cargo de José María Paolantonio.
      La ocasión también fue propicia para que el escenario de la sala principal del San Martín muestre todo su potencial tecnológico. Para las transiciones entre un cuadro y otro se movió el piso en diferentes sentidos, se usó el proscenio con el telón corrido (el mismo proscenio que por momentos desapareció descendiendo hacia el foso) y hasta se abrió el piso del escenario –en una imagen casi bíblica– para dar paso a un segundo escenario emergente desde un insospechado subsuelo.

Danza y música en vivo

      Intercalados entre los cuadros teatrales, tan artística fiesta de cumpleaños incluyó deliciosas porciones de danza y música en vivo. La primera, a cargo del Ballet Contemporáneo del teatro, seductor tanto en el solo con el que arranca la obra como en una coreografía de la ópera Carmina Burana, sobre el final. La segunda, cobra vida en los dedos de Rodolfo Mederos (quien interpreta sutiles versiones de Nunca tuvo novio y Sur en solos de bandoneón) y en las gargantas de dos cantantes que explican con demostraciones de talento sus brillantes trayectorias: Sandra Guida y Alejandra Radano. Sabiamente acompañadas por el piano de Diego Vila, entregan un hilarante cuadro de tango en idiomas extranjeros, entre otros números de comedia musical. Para las próximas funciones se anuncia la actuación de otro gran bandoneonista: Wálter Ríos.
      Como matiz constitutivo de la identidad del San Martín, hubo también un segmento de títeres manejados por el célebre Grupo de Titiriteros del teatro. El gran circo criollo de Ariel Bufano revivió entonces en ocurrencias de notable realización como la del caballo que baila malambo o la del titiritero que baila abrazado –y perdidamente enamorado– con su propia marioneta.
      La de esta noche y la del próximo martes son ocasiones que los amantes del teatro, y los del San Martín en particular, no deberían dejar pasar. Por las emociones que condensa Feliz cumpleaños, por las proyecciones de los textos interpretados y por la variedad de lenguajes que se practican en escena.
      Las entradas son gratuitas y se entregan dos horas antes del horario de la función en la boletería del teatro, Av. Corrientes 1530. Para más información, llamar al 0800-333-5254 o ingresar a http://www.teatrosanmartin.com.ar/htm/obras/500.html.

Carlos Bevilacqua

En la imagen: el Ballet Contemporáneo del San Martín interpretando Carmina Burana. Foto cedida por la Oficina de Prensa del teatro.

Publicado el 23-6-2010.