Andrea Bollof, una cantautora a descubrir


En su primer disco solista, la cantante se revela como una inspirada creadora de canciones de variada índole. Las pruebas están a un click de distancia.


      En la exploración de nuevas músicas, es inusual toparse con canciones “redondas”. Al menos en el sentido tradicional de la expresión. Acaso porque hoy campea en las nuevas generaciones un afán de experimentación con lo formal, acaso porque muchos de los nuevos creadores se dedican sólo a lo instrumental, acaso porque los cantantes que podrían grabarlas están menos atentos que antes a las novedades que van surgiendo. Lo cierto es que cuesta dar con piezas cantables que sean originales, accesibles y equilibradas. Pero que las hay, las hay.
      Ahí están, por caso, las de Andrea Bollof en su primer disco solista, titulado Canciones por descubrir. Sobre ritmos autóctonos de fuerte resonancia emotiva, su voz nos lleva, amable, por terrenos de nostalgias, deseos y despedidas. Las imágenes no requieren varias escuchas para ser comprendidas, las estrofas se diferencian claramente de los estribillos y abundan las rimas asonantes al final de las líneas. Si bien la letra no siempre es suya, en los versos predomina una estética homogénea: la de una poesía sencilla y nítida, pero no por eso ramplona o previsible. O sea, algo difícil de lograr.
      Salvedad del editor de un sitio hecho a pulmón: quien dice “nuevo” dice “reciente”. En este caso, al menos, en una definición a conveniencia para advertir que el álbum de marras fue editado en formato físico a fines de 2019, un par de meses después de haber sido publicado en la web.

Pistas sobre las pistas


      No parece casual que el álbum abra y cierre con dos letras que por su contenido bien podrían ser catalogadas como anti-tangos. Minga de esplín, al principio, y El próximo café, al final, desafían el mandato de melancolía que predomina en el tango ante situaciones adversas.
      Es que cierta atmósfera tanguera que caracteriza al disco no le impide ir más allá de los cánones temáticos. Ni se traduce en los ritmos: hay sólo un tango frente a dos valses, una milonga, una chacarera, dos zambas (o tres, si admitimos “un aire de”), una canción (a secas y con la amplitud de tal categoría), un candombe y hasta una canción litoraleña.
      Casi todas las canciones llevan ora su música, ora su letra. La única excepción es Obligados a volver, totalmente escrita por Andrea. Es también especial por la poética forma en que alude a un episodio de la historia argentina del siglo XIX. Uno de los que nos llenan de orgullo, para más datos.
      Por lo demás, Bollof musicalizó letras de Gustavo Machado, Nicolás Tiripicchio, Roberto Leiva y Rafael Di Maio; en tanto le puso letra a músicas de Edgardo Acuña, Néstor Basurto y Fabián Nesprías.
      Entre esas felices alquimias de música y poesía, cada oyente se sentirá más interpelado con algunas que con otras. Este redactor se sintió particularmente identificado con Primera quincena, entrañable evocación de unas vacaciones de verano en familia.
      Hasta hace pocos años, Andrea alternaba sus trabajos musicales con otros habilitados por su título de arquitecta. ¿Algo de esa otra disciplina tan sujeta a las medidas la habrá ayudado en la construcción de canciones?

El arte de los artífices


      Como es de suponer, el vehículo en que llegan esas canciones tiene mucho que ver con el efecto que producen. De hecho, hay algo en la voz de Andrea que es muy seductor. Y que, lejos de limitarse al registro, probablemente anide en el uso de ese don. Su canto suena cálido, expresivo. Inclusive por encima de lo que transmite en las grabaciones previas que concretó por fuera de este disco. Como si el sentido de pertenencia sobre esas canciones se reflejara, entusiasta, en el decir.
      El mérito del resultado final, claro, es compartido con quienes Andrea eligió como equipo de trabajo. Entre ellos, fue clave el rol de Néstor Basurto como guitarrista, arreglador y productor. Él de alguna manera guio a un grupo de instrumentistas en el armado de diversas texturas que combinan los timbres de la guitarra criolla, el piano, la flauta traversa, el bombo legüero y el bajo eléctrico, entre otros.
      Este grupo de canciones por descubrir pueden ser descubiertas en https://soundcloud.com/user-820597264-153225379/sets/canciones-por-descubrir-andrea-bollof.

Carlos Bevilacqua

En las imágenes: arriba, retrato de Andrea tomado por Abril González; en el medio, portada del disco reseñado; debajo, Iñaki González, Andrea Bollof, Astor Basurto y Néstor Basurto (foto de Sol Astorga).

Publicado el 24-5-2020.